Cuando nos hacen daño la reacción inmediata y natural es ir en contra de quien nos ha ofendido o agredido ya que esta respuesta nos permite impedir que el daño continúe. No obstante, mantener esta acción por mucho tiempo afectaría a nuestro bienestar psicológico ya que cada vez que aparecen los deseos de venganza o los sentimientos de injusticia vuelve a aparecer el recuerdo del daño y del sufrimiento por lo que nos han hecho llevándonos a sentirlo de nuevo. Del mismo modo, podríamos quedar apegados a sentimientos de rabia, resentimiento, frustración, vergüenza, culpa y miedos quedando bloqueados nuestros recursos para sentir serenidad y paz interior así como sufrir un importante deterio en nuestras relaciones interpersonales.

Los seres humanos herimos y somos heridos con frecuencia, eso es parte de la condición humana. Más tarde o más temprano todos necesitamos perdonar y ser perdonados. Sin cura para las heridas, las relaciones se desintegrarían rápidamente. En este sentido, el perdón es una herramienta muy útil ya puede apreciar la vulnerabilidad de las relaciones humanas y la posibilidad de nuevas oportunidades, de esta forma, garantiza la continuidad de las relaciones interpersonales y puede restaurar el bienestar entre la víctima y el ofensor.

Según la Ciencia del Bienestar es en el poder de nuestra actitud donde se encuentra la clave para transitar por estas situaciones adversas y superarlas de forma que nos permita salir enriquecidos y fortalecidos de la experiencia. Desde este marco de referencia, el perdón representa una vía de protección ante las despropociones que puedan dañarnos a nosotros o a otros ya que sus beneficios se asocian a sentimientos de liberación, alejamiento de la amargura, a experimentar sentimientos de serenidad y paz interior, al desarrollo de la empatía y mejora la calidad de las relaciones interpersonales.

El propósito fundamental de la experiencia de perdonar es mejorar el propio bienestar psicológico y satisfacción por la vida. Cuando logramos perdonar experimentamos una liberación que nos lleva a deshacernos del malestar que sentimos mostrándonos menos hostiles, ansiosos, irritables y deprimidos y nos brinda la oportunidad de abrirnos paso a la aparición de emociones positivas como la felicidad, sentimientos de calma, paz interior, etc. Asimismo, favorece el aumento de la autoestima y la satisfacción emocional facilitando el desarrollo del bienestar y el florecimiento humano.

Pasos para desarrollar el perdón creados por E. Worthintong y recomendados por Seligman en su libro “La auténtica felicidad”, llamado REACE.

  • R _  Recordar el daño lo más objetivamente posible.
  • E _  Tomar una actitud empática que permita reconocer las razones del agresor.
  • A _ Trabajar el don altruista del perdón: recordar una situación en la que hayamos sido      perdonado al haber causado daño.
  • C _  Compromiso de perdonar, escribiendo alguna declaración de perdón que puede ser compartida o entregada si así se desea.
  • E _  Aceptar el perdón definitivo